Hotel TRYP Tenerife
Los Cristianos
02/08/2013
Positivo: El equipo humano con el que cuenta el hotel, especialmente los camareros del bar piscina(Jairo, Lemes, Alexis, Yerai) que a pesar del enorme trabajo tienen siempre una sonrisa y buenas palabras para sus clientes. Para todos ellos un 10.Destacar también la labor del equipo de animación que tratan siempre de involucrar a la gente en sus juegos y espectáculos para que lo pasen lo mejor posible. Un 8 para ellos (Heché en falta actividades y juegos para niños de 8 a 12 años, casi todo estaba pensado para los más pequeños y a estas edades esos juegos ya no sirven). Los espectáculos nocturnos son los propios de estos hoteles: shows de serpientes, águilas, dos musicales, juegos variados? estaban bien y pasabas un rato entretenido después de la cena. El buffet no deja nada que desear al de otros hoteles de categoría superior. Era abundante, rico y bien preparado. Hemos comido bien.El TI era muy bueno. Había snacks y bocadillos recién hechos y calentitos desde las 10.30 1.00 y de 15.00 a 18.00 y bebidas variadas hasta las 11 de la noche. Todo servido siempre con mucha amabilidad por los camareros de la piscina. Solía haber siempre cola y hay que esperar un poco, pero estamos de vacaciones y eso no supone un problema, pero si creo que es necesario más personal, porque no podían ni salir a recoger las mesas que estaban llenas de vasos, platos, etc.
Negativo: Las primeras cuatro noches no hemos podido dormir. Me han alojado en la 131, es una habitación que está situada justo encima de las puertas de los almacenes de la cocina y el ruido era exagerado ( camiones de basura, recogían el vidrio, arrastraban cajas). Además cada 20 minutos se encendían unos motores que aumentaban el bullicio. Por si fuera poco a las cuatro de la mañana la habitación se impregnaba de un olor a bollería (La debían estar horneando para el desayuno de la mañana)y no desaparecía hasta el día siguiente. A eso le sumamos que no hay aire acondicionado y que la habitación recibe el sol durante toda la tarde y por tanto que dormíamos con las ventanas abiertas y te puedes hacer a la idea de que aquello era un auténtico horno en el que no se podía descansar. Después de 4 noches solicité cambio de habitación (creo que aguanté demasiado) y entonces las cosas cambiaron considerablemente. Pienso que en recepción saben de sobra la habitación que te están dando y deberían compensarlo de alguna manera ( precio, comida extra, avisarlo previamente... ) pero todos sabemos que eso no funciona así y su te toca , ellos entre protesta y protesta van ocupando las habitaciones. Solicitad habitaciones con vistas a la piscina, son menos ruidosas, y menos calurosas (no le da el sol por la tarde). Las dos veces que solicité información en recepción no me informaron adecuadamente. En una ocasión pregunté si los autobuses que iban al Aqualand (paran delante del hotel y son gratuitos) también hacían viaje de regreso y me dijeron que no, que tendría que venir en taxi y que costaba sobre 7?. Al llegar al autobús he visto carteles con el horario de regreso (también gratuito). Si hubiera decidido no ir hubiera perdido un día fantástico. En otra ocasión pregunte si al estar en régimen TI se podría cambiar la comida de un día por un picnik (en otros hoteles lo hacen) y me han dicho que no. Al día siguiente he visto como un chico salía con una bolsa con dos picniks, por lo que no dudé en preguntarle como lo había conseguido, y me respondió poniéndome un poco borde y haciendo la reclamación pertinente. No podía creer que todo me pasase a mí. Me quedé sin picnik y pagamos la comida de ese día.(Suelo ser poco protestona y ya veo que si quieres exigir tus derechos todo es a base de protestas). En la piscina debería haber un poco más de normas. Allí vale casi todo: tirarse desde cualquier sitio, jugar con colchonetas, flotadores, a la pelota. Si quieres nadar un poco tienes que ir sorteando una carrera de obstáculos. Además necesita una buena mano de pintura y de limpieza (el agua está bastante turbia). Sin embargo lo peor de mis 8 días en este hotel fue el ambiente que se creó el fin de semana. El hotel se llenó de gente, alguna bastante maleducada y con unos modales y vocabulario que dejaban bastante que desear. He sentido vergüenza ajena y me dio la impresión de estar en medio de una barriada. Presencié "numeritos" indeseables que hacen que te sientas mal en medio de ese ambiente. Creo que nos pasó a bastante gente.