03/03/2019
"No está mal."
Llegamos muy tarde y había un señor con cara de pocos amigos pero nos atendió con educación. Llegas a un hotel, que parece que estés en la época de maría catalina, es igual que en las fotos. Lo elegimos por eso y la ubicación. El desayuno tiene muy poca variedad pero te adaptas. El que busque un hotel moderno, este no es el suyo, además se supone que los que vamos a Roma de visita, pasamos mayormente el tiempo fuera de las habitaciones, ¿no? Nuestra cama era bastante cómoda, así que después de pasarte todo el día fuera, daba gusto tumbarte y descansar, ahora eso sí: la ducha es minúscula y tienes que hacer malabares para poder cerrar la mampara y que no salga el agua fuera.
Positivo: La ubicación: parada de bus y metro a escasos metros.
Negativo: El desayuno es muy pobre y de poca variedad. La ducha es muy, muy, muy y muy pequeña.